El inmenso placer de aprender nuevas habilidades

A finales de 2014, a mi pareja de entonces le dieron un postdoc en Austin, Texas ⭐🤠

Yo ni me lo pensé. Dejé lo que estaba haciendo en Suecia y me fui con ella, con una mano detrás y otra delante.

¡Aventuras!

Mientras buscaba un nuevo empleo (y hacía el pesadísimo papeleo para trabajar legalmente) me apunté a todas las actividades, seminarios, meetups y muchérrimos eventos que se organizan all the time en Austin.

Y, por supuesto, me dediqué a comer sin parar. Ay, la morriña...

También empecé a hacer algo que no había hecho casi desde el instituto: ir a clase.

UT Austin es una universidad top, con profesores de fama internacional. Yo, que me había pasado mis años de universidad persiguiendo pájaros en vez de atender a las clases, aproveché la segunda oportunidad y mi tiempo libre, y me empecé a colar en asignaturas chulas de Comportamiento Animal, Historia Natural, Ornitología, Herpetología… (básicamente, hice un Jobs, salvando las distancias).

Sin presiones, notas, tareas… me colaba en las clases sólo por curiosidad, para aprender.

¡Y madre lo que disfrutaba!

Mi favorita era la de Comportamiento Animal, del profesor Michael Ryan, que es una leyenda mundial en ese -nuestro- campo.

El profesor Ryan es internacionalmente conocido por su trabajo con la rana túngara (Engystomops pustulosus), a través del cual ha ido descubriendo durante décadas cómo evolucionan la atracción y la selección de pareja.

Escuchándole en clase hablar de estos temas casi te hipnotizaba. Y estoy seguro de que el efecto mesmerizante no sólo lo sentía yo por haber trabajado con ese tema. La curiosidad que transmite el Dr Ryan se contagia inevitablemente, sea cual sea tu interés. ¡Compruébalo! 👇

Mike, que se acabaría convirtiendo en un gran amigo, es el biólogo con más anécdotas que conozco. Tenía una historia personal para cada concepto que explicaba. Y cuando le hacían falta más ejemplos, videollamaba a algún otro biólogo famoso. ¡Sus clases son espectaculares!

Un día, Mike me pidió algo que me llenó de orgullo y de terror a partes iguales: Quería que le sustituyera en su clase. ¡Tremenda responsabilidad!

No quedaba sino batirse, así que me preparé bien y para allá que nos fuimos mi síndrome del impostor y yo. 

AaaaaAAAaaAAAAaaah

Yo también intenté llevar preparados un montón de ejemplos chulos...

Sin embargo, lo primero que decidí contarle a mis alumnos, desde aquel estrado legendario, fue esta misma historia que te estoy compartiendo hoy:

“Tenemos una suerte inmensa.

Cada miércoles, venimos a esta clase y, durante una hora, tenemos a nuestra disposición a uno de los mejores biólogos del mundo. ¡Y le podemos preguntar lo que queramos!

Entiendo que sonriáis. Cuando yo estudiaba la carrera, me saltaba casi todas las clases. Tardé años en descubrir lo que había estado desaprovechando.

Ahora, cuando casi todos los días me surge alguna duda, me tengo que pasar horas buscando respuestas en google o preguntando por foros… Y me doy cuenta de lo mucho más eficiente que es tener a alguien que me solucione mis dudas personalmente.

¿Mi consejo? Aprovechad las clases y los profesores todo lo que podáis. Sólo al salir de aquí y ver lo difícil que es conseguir respuestas, se da uno cuenta del verdadero valor de la atención personalizada."

¡Cómo echo de menos nuestro departamento! Mi despacho era el de detrás del acuario a la derecha :)

Este verano no he tenido mis “vacaciones” habituales (que solían ser, desde hace unos años, irme por ahí de expedición con British Exploring). Lo más parecido a unas vacaciones que he tenido han sido las dos semanas seguidas que me he pasado haciendo cursos de Transmitting Science.

Dirás que vaya friki y tienes razón (en algún momento voy a tener que desconectar del todo y montarme también alguna aventurilla offline checa), pero lo de pausar todos los demás proyectos y tirarme dos semanas intensivas dejando que me enseñen nuevas habilidades ha sido sorprendentemente gratificante.

Casi todos los días normales estoy una o dos horas viendo videos de youtube o leyendo blogs para solucionar algún problema (sobre todo cosas de R, pero también edición de video, temas de productividad y organización… ah, y claro, mis sufridos intentos diarios de checo y sueco😅).

Sin embargo, no hay color: los videos están bien, ¡pero lo de poder interactuar con el profe es poderosísimo! Eso de que te lleven de la mano hasta que consigues un nuevo superpoder es un placer. (Tanto, que para mí ha tenido casi el mismo efecto que unas vacaciones 🤪)

Así que, ahora que empieza el nuevo curso académico, te animo a aprovechar todo lo que puedas. ¡Disfruta de tus mentores!

¡Ah! Y si empiezas un curso, recuerda siempre el truco definitivo:

Se aprende más rápido lo que nos interesa. Y para que algo te interese, nada como intentar usar esa nueva habilidad desde el principio: ¡Empieza un proyecto personal!

Escribe un blog sobre el tema, analiza datos públicos, monta un álbum de fotos… así es como te surgirán las dudas en el momento, y podrás sacarle todo el provecho al tener acceso a los profesores.

Y si quieres compañia o inspiración para comenzar tu proyecto, pásate por el Biogrupo y te echamos una mano.

¡Ánimo y a disfrutar del nuevo curso!

Nando.

Un ilusionado y barbilampiño Nando pajareando con Mike (a mi derecha) y otro montón de cracks (¿reconoces a alguien?)

Pd: Y si te quedaste con ganas de leer alguna de las legendarias anécdotas de Mike, te recomiendo muchísimo su último libro, que está lleno de montones de historias curiosas (de todas formas voy a tener que entrevistarle un día de estos para el blog :P)

Aquí abajo te dejo una presentación cortita desde el despacho de Mike :)